La escultura es uno de los ámbitos artísticos más complejos que existen.
El escultor precisa conocer los materiales,
conocer la técnica tanto del esculpido como la
del planteamiento escultórico, además de poseer
un sentido del arte mucho más amplio, y de una estética más cuidada.
Un trabajo arduo, por lo que implica la creación en si misma como la obtención del resultado final.
La revista Gal-Art dedicó a la exposición: UN SEGLE D'ESCULTURA CATALANA, exhibida en el MUSEU EUROPEU D'ART MODERN
a principios de 2013, un apartado como artículo de fondo,
al considerar este arte poco propagado tanto a
nivel general como dentro de las artes plásticas.
Sirva pues este texto como homenaje de Gal-Art a todos los escultores de todos los tiempos, que han extraído la BELLEZA de los más intrínsecos y a veces toscos materiales.
MEAM
(MUSEU EUROPEU D’ART MODERN)
Barcelona
La escultura es una
temática y técnica artística que requiere multitud de conocimientos, y grandes dosis de habilidad y perfección. Quien escoge esta rama del arte para expresar
su creatividad, elige una de las materias más complejas pero a la vez más
extraordinarias y apasionantes que puede proyectar la imaginación humana, y que
sólo está al alcance de unos pocos, en comparación con la pintura, el
dibujo o el grabado, más fácilmente accesibles.
El MEAM de Barcelona
durante los meses de abril, mayo y junio, en su sede del Palau Gomnis, la exposición: UN SEGLE D’ESCULTURA CATALANA, una recopilación única de obras, con
cerca de 300 esculturas de 80 artistas, desde el Modernismo a la actualidad.
Una muestra plagada de
esplendor artístico, de belleza y sensibilidad, de pasión y carácter dirigida por José
Manuel Infiesta y coordinada por Juan Carlos
Bejarano, Jorge Egea, Cristina Rodriguez Samaniego y Agueda Romaña,
Salvador Dalí ("Newton"), Julio Antonio ("Monumento a
Wagner"), Joan Rebull ("La Ben Plantada"), los hermanos Oslé,
Luisa Granero o Josep Cañas. Auguste Rodin con su "Cabeza de San Juan
Evangelista"; Constantin Meunier con "Guerrero a caballo. "Los primeros fríos"; y otra a Josep
Llimona, el gran artista modernista por antonomasia, con
"Desconsuelo", "El paje florentino", la versión original de
"El Forjador", "La Desolación" o la nunca expuesta
"Conde de Barcelona". Más allá del modernismo, en la misma planta
se pueden contemplar obras de autores como Enric Clarasó o Joan Piqué, con su
sorprendente "Homenaje a Bernat Metge".
Esculturas de artistas que "experimentaron con líneas más
geométricas y expresionistas, sin abandonar la figuración", como Pau Gargallo con el relieve "La Bestia
del Hombre", "La Academia", "Autorretrato" u
"Homenaje a Chagall"; Juli González con una cabeza en bronce, o
Apel·les Fenosa.
Las esculturas
expuestas, realizadas en mármol, bronce
o terracota, u otros materiales, procedentes de colecciones particulares o de
los fondos de la Fundació de les Arts i els Artistes, así como otros estamentos
museísticos como el Museu del Modernisme Català, etc., muestran un carácter crucial para entender la historia de la
escultura catalana en el siglo XX, originándose en el Modernismo.
Sin olvidar tendencias academicistas, provee
de sinuosidad, sentimiento, belleza y expresión unas obras que llegan al
espectador, tanto por su hermosura como por su creatividad sin límites, su
concepto de lo estético en un entorno cultural floreciente en un principio, que
con el paso del tiempo no ha perdido ni dinamismo y ni la exaltación por la
creación, hasta llegar a
tendencias más vanguardistas y atrevidas, no exentas de una singular fuerza
expresiva, abundando el desnudo femenino real e idealizado, y rostros de mujer, y todas ellas, realizadas
por hombres, a excepción de Lluïsa Sallent o Mercedes Jiménez, dos mujeres
escultoras.
Se pueden mencionar datos técnicos, fechas, procedencias, etc. Pero lo importante de esta exhibición de
escultura es su magnificencia, su extraordinaria capacidad de seducción al
espectador, que admira y se embelesa ante la contemplación de obras, donde
puede observarse infinidad de manifestaciones en los rostros: seriedad, austeridad,
tristeza, melancolía, incomprensión, distancia, sublimidad, rendición… y
por supuesto, el germen de la creatividad en surgido de la dureza, y a
la vez nobleza de materiales.