lunes, 17 de febrero de 2014

La escultura es uno de los ámbitos artísticos más complejos que existen.  
El escultor precisa conocer los materiales,
conocer la técnica tanto del esculpido como la 
del planteamiento escultórico, además de poseer 
un sentido del arte mucho más amplio, y de una estética más cuidada. 
Un trabajo arduo, por lo que implica la creación en si misma como la obtención del resultado final.

La revista Gal-Art dedicó a la exposición: UN SEGLE D'ESCULTURA CATALANA, exhibida en el MUSEU EUROPEU D'ART MODERN 
a principios de 2013, un apartado como artículo de fondo, 
al considerar este arte poco propagado tanto a 
nivel general como dentro de las artes plásticas. 

Sirva pues este texto como homenaje de Gal-Art a todos los escultores de todos los tiempos, que han extraído la BELLEZA de los más intrínsecos y a veces toscos materiales.


MEAM 
(MUSEU EUROPEU D’ART MODERN) 
 Barcelona



La escultura es una temática y técnica artística que requiere multitud de conocimientos, y  grandes dosis de habilidad y perfección. Quien escoge esta rama del arte para expresar su creatividad, elige una de las materias más complejas pero a la vez más extraordinarias y apasionantes que puede proyectar la imaginación humana, y que sólo está al alcance de unos pocos, en comparación con la pintura, el dibujo o el grabado, más fácilmente accesibles.

El MEAM de Barcelona durante los meses de abril, mayo y junio, en su sede del Palau Gomnis,  la exposición: UN SEGLE D’ESCULTURA CATALANA, una recopilación única de obras, con cerca de 300 esculturas de 80 artistas, desde el Modernismo a la actualidad.

Una muestra plagada de esplendor artístico, de belleza y sensibilidad, de pasión y carácter dirigida por José Manuel Infiesta y coordinada por  Juan Carlos Bejarano, Jorge Egea, Cristina Rodriguez Samaniego y Agueda Romaña,

Salvador Dalí ("Newton"), Julio Antonio ("Monumento a Wagner"), Joan Rebull ("La Ben Plantada"), los hermanos Oslé, Luisa Granero o Josep Cañas. Auguste Rodin con su "Cabeza de San Juan Evangelista"; Constantin Meunier con "Guerrero a caballo. "Los primeros fríos"; y otra a Josep Llimona, el gran artista modernista por antonomasia, con "Desconsuelo", "El paje florentino", la versión original de "El Forjador", "La Desolación" o la nunca expuesta "Conde de Barcelona". Más allá del modernismo, en la misma planta se pueden contemplar obras de autores como Enric Clarasó o Joan Piqué, con su sorprendente "Homenaje a Bernat Metge".

Esculturas de artistas que "experimentaron con líneas más geométricas y expresionistas, sin abandonar la figuración", como Pau Gargallo con el relieve "La Bestia del Hombre", "La Academia", "Autorretrato" u "Homenaje a Chagall"; Juli González con una cabeza en bronce, o Apel·les Fenosa.
Las esculturas expuestas,  realizadas en mármol, bronce o terracota, u otros materiales, procedentes de colecciones particulares o de los fondos de la Fundació de les Arts i els Artistes, así como otros estamentos museísticos como el Museu del Modernisme Català, etc.,  muestran un carácter crucial para entender la historia de la escultura catalana en el siglo XX, originándose en el Modernismo.

Sin olvidar tendencias academicistas, provee de sinuosidad, sentimiento, belleza y expresión unas obras que llegan al espectador, tanto por su hermosura como por su creatividad sin límites, su concepto de lo estético en un entorno cultural floreciente en un principio, que con el paso del tiempo no ha perdido ni dinamismo y ni la exaltación por la creación, hasta llegar a tendencias más vanguardistas y atrevidas, no exentas de una singular fuerza expresiva, abundando el desnudo femenino real e idealizado,  y rostros de mujer, y todas ellas, realizadas por hombres, a excepción de Lluïsa Sallent o Mercedes Jiménez, dos mujeres escultoras.

Se pueden mencionar datos técnicos, fechas, procedencias, etc. Pero lo importante de esta exhibición de escultura es su magnificencia, su extraordinaria capacidad de seducción al espectador, que admira y se embelesa ante la contemplación de obras, donde puede observarse infinidad de manifestaciones en los rostros: seriedad, austeridad, tristeza, melancolía, incomprensión, distancia, sublimidad, rendición… y por supuesto, el germen de la creatividad en surgido de la dureza,  y a la vez nobleza de materiales.


No hay comentarios:

Publicar un comentario