Terminamos el mes de noviembre con artículo dedicado a la fotografía, concretamente a Zena Holloway, una fotógrafo especializada
en la toma de imágenes subacuáticas, llenas de inspiración
y cierto halo de misterio, que en su momento fue publicado
en el número 331 correspondiente a los meses
de Noviembre-Diciembre de 2011.
En la segunda década del siglo
XXI, la creatividad no tiene límites, hasta tal punto que casi se podría
aplicar el famoso lema de los Juegos Olímpicos: «Citius, Altius, Fortius»,
que traducido seria: más rápido, más alto, más fuerte»
Y no crea el lector de Gal-Art
que resulta exagerado aplicar esta reseña a Zena Holloway, fotógrafo
profesional, experta en la creación de imágenes subacuáticas.
Su carrera se inició a los 18
años, tomando fotografías mientras enseñaba buceo en las cálidas aguas del
Caribe. Su lanzamiento profesional se produjo gracias a las colaboraciones con
la National Geographic y la BBC. En 1998 recibió la medalla de plata de
Sociedad Real Fotográfica por su reportaje titulado: Waterbabies.
Para Holloway, «El
encontrarse dentro de una piscina o en el mar buceando, son las experiencias
que mas gozo, esa tranquilidad y soledad en la que te encuentras con tus
pensamientos, es como hablar con uno mismo, es lo más parecido a volar en tu
imaginación».
Y para el espectador, resulta
absolutamente embriagador contemplar la belleza y la seducción de estas
imágenes, cargadas de hechizo, de misterio, de sugerentes sensaciones, de
bienestar armónico hasta tal punto que si se deja llevar, incluso puede
escuchar música.
Si en una sinfonía que
contrasta melodías fuertes y suaves, como el contraste de luces y sombras, no
puede dejar de admirar el espectador la composición de estas maravillosas
partituras visuales, en que con ARTE se combina la vida, los colores y las
formas, en perfecto equilibro con el agua y el sentido de lo hermoso que el ser
humano sabe expresar. Georgina Clavero
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