lunes, 29 de julio de 2013


De nuevo, GAL-ART se complace en presentar un nuevo editorial, aparecido en el número 341 correspondiente a los meses de Marzo-Abril de 2013, 
y donde se hace especial énfasis en los perjuicios que ha causado la llamada "cultura oficial", en detrimento de la creatividad, y a favor 
de tendencias y artistas que precisamente, no han logrado 
traspasar la frontera del tiempo.

Espero que os guste


Metidos de lleno en la estación primaveral,  quedan atrás los ecos de una edición de ARCO muy descafeinada, donde los medios de comunicación generalistas,  no se han prodigado demasiado. No obstante, bueno es reflexionar sobre ello, transcurridos prácticamente unas semanas, de la misma.

ARCOMadrid 2013, con menos galerías que el año pasado (201, en lugar de 215), y los amplios y vacíos pabellones 8 y 10, como si de una devastación se tratase, ha transcurrido entre propuestas más relajadas que nunca y presupuestos más ajustados de lo normal. Sirva como ejemplo el Reina Sofía, que realizó adquisiciones por valor de 300.000 €, a diferencia de los 800.000 de 2012. Parece que a la feria le basta con sobrevivir, mientras iba a la “caza y captura de  ese visitante especial, dispuesto a comprar obras de arte, con el handicap de la subida del IVA. A pesar de todo, se produjeron ventas, pero estas no auguran un renacer del sector cultural y artístico nacional. Al contrario. Se observó, no sin cierta preocupación, cómo muchas de ellas habían sido realizadas por coleccionistas e instituciones extranjeras, hecho que en realidad ha salvado ArcoMadrid 2013,  y donde todos los expositores coinciden en destacar el buen hacer del equipo organizativo.

A pesar de tratarse de un evento cultural con participación institucional, y organizado desde una perspectiva más empresarial, a lo largo de las últimas décadas, la cultura oficial”, ha perjudicado gravemente al arte y a buena parte de su entorno. Gracias a nuestros impuestos y endeudamiento financiero por parte de los poderes públicos, gentes con título universitario, pero profesionalmente fracasados, han sabido entrar en los vericuetos del poder, afianzarse en el mismo, y desde esa atalaya, consideran al común de los mortales como memo, inculto e ignorante, y en un halo mesiánico, pretenden educar en muestras a través de
una singular e incomprensible verborrea, y de exposiciones y actividades artísticas, de dudosa calidad y que el tiempo ha sabido desvalorar oportunamente, gracias al común de los mortales que, desde su particular sabiduría, ha sabido ver que el emperador iba desnudo, pero no era políticamente correcto decirlo, pero silenciosamente, y sin pasar por las salas de exposición, ha sabido expresarlo significativamente.
Gal–Art, que también capea el temporal de la crisis como puede, y como siempre, con total libertad y afortunadamente, sin parapetos institucionales,  traspasa fronteras, y como si de una exportación se tratase, desde hace unos meses expande su edición hacia el mercado americano de habla hispana, concretamente de Nueva York y la costa Este del citado país, informando de una parte de la realidad artística, que no se ampara en criterios políticos o institucionales, sino que parte de las gentes que se expresan a través de cualquier forma de arte, que trabajan sin descanso y que observan con estupor como en muchas ocasiones, y especialmente en consistorios de ciudades grandes, son otros los escogidos, bajo razones bastante incomprensibles.
Gal-Art sigue adelante, con su proyecto de expansión y con su diccionario de Artistas 2012-2013, para seguir dando a conocer lo que muchos lectores y suscriptores manifiestan a esta redacción: “somos nosotros que con nuestro esfuerzo saldremos adelante, y sacaremos al país de la ruina a la que nos han llevado nuestros inútiles políticos,”.
Mario Nicolás
Director

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