GAL-ART es una publicación que pretende ante todo difundir el ARTE, tanto de la más rabiosa actualidad, como de artistas, temáticas, estilos y técnicas que han entrado de pleno derecho a formar parte de su historia.
En esta ocasión, os presentamos un artículo dedicado al grabado, concretamente a GENARO PÉREZ VILLAMIL, una técnica de expresión artística actualmente muy abandonada, en parte debido a las nuevas técnicas de impresión y reproducción. Todo un arte que vale la pena conservar por lo que de tradición y de labor conlleva. Este artículo apareció en el número 343
El
grabado puede definirse como: una estampa original, que se ha realizado con
buriles sobre una plancha de metal. En
la actualidad se ejecutan grabados en multitud de soportes.
Los
orígenes de esta técnica artística en Europa se encuentran en el siglo XV,
donde han sido documentados los primeros grabados a la fibra, tras el
florecimiento de los molinos de viento en Alemania, Francia e Italia. Son
dibujos marcadamente góticos, tallados de forma muy rudimentaria en tacos de
madera. En el siglo XVI, la Europa del Norte utilizaba indistintamente la
xilografía, un siglo más tarde la calcografía.
En
el siglo XVIII, el grabado se populariza y alcanza su máximo esplendor en
Venecia, Republica que se convierte en el centro productor de grabados de gran
belleza, consolidando de esta forma, una tradición editorial proveniente de
siglos anteriores. En estos años se desarrolla la llamada Vedute (Vistas), la capacidad pictórica para
mostrar la realidad urbana y social.
Durante
el siglo XIX, los procesos industriales posibilitaran la aparición de nuevas
técnicas, adaptadas a los gustos del público, surgiendo la litografía,
inventado por el bávaro Aloys Senedelfer. Una técnica que permite imprimir
grabados de forma industrial, convirtiéndose
en un objeto de consumo de masas,
popularizándose desde entonces el coleccionismo de estampas y grabados, un
mercado que anteriormente era considerado elitista y aristocrático.Esta breve introducción del grabado, permite apreciar en toda su magnitud la colección de litografías de Jenaro Pérez Villaamil, España artística y monumental: vistas y descripción de los sitios y monumentos más notables de España (1842-1850), de la cual presentamos una selección en este artículo, y que corresponde a una serie de grabados realizados por los principales litógrafos de Paris, a mediados del siglo XIX. Entre 1842 y 1850, la prestigiosa editorial Hauser de París publicó los treinta y seis cuadernos de la obra en tres volúmenes. En un principio la obra se vendía por entregas desde Paris.
Nació en ElFerrol, iniciándose en el dibujo topográfico con su
padre, profesor de la Escuela Militar de Santiago. A los 8 años obtiene el
cargo de profesor de perspectiva. Continuó sus estudios en Madrid, al
trasladarse a la capital con su familia. En 1832 asiste a la tertulia romántica
de “El Parnasillo” con José de Espronceda, Patricio de la Escosura y Ventura de
la Vega.
Realizo
varios viajes por España en compañía del pintor romántico inglés David Roberts,
buscando los paisajes y escenas pintorescas que integrarían la edición de esta"España
artística y monumental". Las láminas iban acompañadas por textos de
Patricio de la Escosura. También realizó numerosos viajes a Francia y a
Bélgica, residiendo durante una temporada en Bruselas. En 1835 recibió la cátedra de paisaje en la
Escuela de San Fernando, llegando a ser director de la institución en 1845. Se
relacionó con Isabel II, llegando a ser pintor de cámara, falleciendo en Madrid
en la plenitud de su fama.
Una
obra realizada con sumo cuidado en los detalles, exquisitez en la selección de
temas, precisión y preciosismo, idealizando entornos en una clara
interpretación romántica, y en algunas
de las obras, el juego lumínico es de notoria intensidad, aunque sus paisajes
se caracterizarán por una neblina dorada, que otorga un aspecto romántico a la
composición, el empleo de figurillas para dar mayor vitalidad al conjunto y el
recurso de una amplia perspectiva.
Marta Teixidó
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